Siempre se piensa que el estrés es algo que afecta a la gente mayor que trabaja y llega a casa cansada, como los padres. Sin embargo los niños y adolescentes también sufren de estrés. Esta palabra significa la reacción del sistema nervioso y de todos los sistemas del cuerpo ante situaciones difíciles o dolorosas que uno se siente incapaz de afrontar. Cuando uno percibe una situación como dolorosa o difícil, la mente y el cuerpo se preparan como si fueran a afrontar un peligro. Uno está dispuesto para la lucha o la huida. El corazón late deprisa, la respiración se acelera, la sangre se dirige a los músculos de piernas y brazos, las manos se ponen frías y húmedas y uno está como asustado. Cuando se tienen que encarar varios cambios en un período corto de tiempo, el cuerpo se cansa de adaptarse y plantar cara, y, poco a poco uno pierde resistencia y empieza a sentirse mal.
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