jueves, 17 de junio de 2010

el estres de los adolecentes


El estrés adolescente
Según muchos estudios psicológicos, una de las épocas en la vida de los humanos en las que más estamos sometidos a situaciones de estrés es durante la adolescencia, y es que la transición desde la infancia al ser adulto es muy complicado. Sobre todo porque empiezan a vivir situaciones propias de una persona mayor, sin tener todavía los recursos necesarios para superarlas con éxito.Según un estudio llevado a cabo por un grupo de científicos de la Universidad de Michigan Ann Arbor, una tercera parte de los adolescentes norteamericanos experimentan estrés motivado por "las enormes expectativas de sus padres y la sociedad" y dos tercios experimentan síntomas del estrés al menos una vez a la semana.Es muy importante saber reconocer las síntomas de estrés en nuestros hijos adolescentes a tiempo para que no se convierta en un problema mayor. Convivir y gestionar el estrés forma parte de la vida de cualquier adulto. Pero un adolescente que todavía carece de la capacidad de vencer su estrés corre el riesgo de sufrir depresión o ansiedad u otra enfermedad, o de intentar paliarlo con métodos peligrosos como las drogas o el avestrucismo.Motivos de estrés en los adolescentesPor muy seguros de si mismos que nos quieren hacer creer que sean nuestros hijos adolescentes, en el fondo se mueven muchas veces en un gran mar de dudas e inseguridades. Estos son algunos de ellos:
Exigencias y fracasos académicos
Pensamientos negativos sobre ellos mismos
Cambios en su cuerpo. La pubertad
Problemas con compañeros del instituto o acoso escolar
Vivir en un barrio problemático
Problemas de pareja de sus padres - peleas, separación o abusos
La muerte de un ser querido o un mascota
Una mudanza o un cambio de centro escolar
La realización de demasiadas actividades
Problemas económicos en la familia
Cómo reconocer el estrés adolescente
No debemos esperar que nuestros hijos nos expliquen que estén estresados, porque probablemente ni ellos mismos sepan qué les pasa. Por este motivo, debemos estar alertos ante la presencia de algunos de los siguientes síntomas del estrés:
Agotamiento y cansancio crónico con sensación de malestar
Excesiva auto-crítica
Sensación de persecución
Cinismo, irritabilidad y negatividad
Brotes de furia por motivos aparentamente triviales
Enfado cuanto les exigimos algo
Insomnia
Dificultad respiratoria
Sensación de inútil
Tendencia a correr mayores riesgos
Suspicacia

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